Cuestionables porque tienen intenciones aviesas al generar tal presión al sistema de justicia, a la jueza Jazmín Barrios, a los fiscales, a todos aquellos que osen levantar la bandera blanca con un llamado a la cordura, a la serenidad y una prevención de efecto y causa con arbitrariedades que han venido sucediendo una y otra vez en la conducción de este juicio absolutamente parcial, violatorio del debido proceso y con una larga lista de errores de conducción malintencionados, para lograr un fin: llegar a una sentencia contra los acusados a como dé lugar.
Pero, gracias a Dios, la Corte de Constitucionalidad de una manera contundente ha enviado un mensaje de que el debido proceso debe respetarse y que no tolerará que por algunas presiones internacionales y sus tambores de resonancia locales, se desvirtué el derecho a un juicio imparcial apegado a ley.
Hoy amaneció la jauría completa en el ring, atacando a los firmantes del Campo Pagado que tanto polvo levantó. Desde la Cicig, jugando un papel vergonzoso de intromisión en asuntos que no le competen, al contestar campos pagados de terceros que nada tienen que ver con ella, hasta el representante de la ONU —con rango de embajador—, emitiendo juicios sobre Ríos Montt y genocidio. ¿No es esto una indebida injerencia y acaso una imprudencia diplomática pretender influir sobre un caso que está ventilándose en los tribunales?
CALDH, querellante adhesivo, una ONG con una enorme inversión política e inconmensurables beneficios y réditos en juego si saliese con el trofeo de la condena en la mano, una presea con un gran valor histórico y económico, haciendo lo imposible para captar la audiencia internacional, trayendo a su propio costo a los magistrados que lograron meter en la cárcel a Varela, en Argentina; Fujimori, en el Perú; y Pinochet, en Chile. Si eso no es indebida e insana presión contra el sistema de justicia, cuéntenme si la sal sabe a azúcar...
Y tanta desinformación repetida tantas veces con tantos testigos sacados de las mismas filas de las poblaciones en resistencia, algunos de los ex guerrilleros originales y sus descendientes directos. Obviando que estas poblaciones fueron reclutadas por la guerrilla. Hombres, mujeres y niños combatientes utilizados como carne de cañón. Tanta desinformación, que se ha perdido el norte y los réditos más importantes de la paz: libertad política, esta misma que les permite hacer lo que están haciendo.
Pero nadie habla de los dos mil 500 militares muertos por la guerrilla, defendiendo a la patria del marxismo. Nadie habla de los cientos de civiles muertos por la guerrilla: empresarios, finqueros, campesinos. Como si nunca hubiesen existido. Esto tampoco no es justo. ¿Qué sentirá el embajador Gordon Mein en su tumba y sus deudos sobrevivientes, al ver al actual embajador de los Estados Unidos en primera fila, comunicando un claro subtexto de apoyo. Qué buena posición la del embajador alemán al no asistir al recinto en donde se encuentran los que asesinaron al embajador Von Spreti, para mencionar solo a dos de los extranjeros y diplomáticos asesinados por la guerrilla.
Esa dicotomía enervante de nosotros los buenos, los que no hicimos nada, y ustedes, los gorilas asesinos come niños, viola mujeres, es lo que tiene sumida a Guatemala en una lamentable polarización. Como dice el campo pagado: Es el fin de los Acuerdos de Paz.
Cuanta razón tienen.