Autora de los libros: Aparatos ideológicos del
Estado (1971); Criterios y metodología de alfabetización
(1974); Insurgencia y contrainsurgencia en Guatemala
(1984); A la memoria de los revolucionarios caídos
(1996); Mujeres en la alborada (1998), así como
de varios textos sobre la obra del revolucionario y
filósofo guatemalteco Mario Payeras. Yolanda Colom
–hermana del Presidente de Guatemala- narra la
experiencia de sus viajes: al París de 1968, la Unidad
Popular de 1972, la Colombia de los discípulos de
Camilo Torres, la Argentina de los viejos anarquistas
y al Centro Intercultural de Documentación (CIDOC)
de Iván Illich en Cuernavaca; Y se detiene en la
guerrilla: “Cuando nos enteramos del golpe de
Estado en Chile, se recomponía el movimiento
político en Guatemala y logramos el contacto con
la lucha armada”.
¿En qué momento decide
incorporarse a la militancia política que derivó en
la clandestinidad del Ejército Guerrillero de los
Pobres?
YC. - La decisión la tomé a los 20 años, había
egresado como maestra de educación primaria, bajo
una formación social cristiana –los antecedentes de
la Teología de la Liberación-, formé parte de un grupo
de mujeres y hombres
que durante nuestra
adolescencia fuimos
receptivos a la doctrina
social de la Iglesia
católica, hice un año
de servicio social como
educadora –sin pago,
sólo nos daban comida
y un lugar para dormir
en las comunidades
indígenas-, fui con la
idea de devolver a mi
país los privilegios que
había tenido en mi
niñez. Yo consideraba
que después del año de
servicio social terminaba
mi responsabilidad
ciudadana y cristiana, así
que entré a la Universidad
para hacer mi vida
normal, sin embargo ese
año fue muy complejo.
¿Vivió en París el Mayo
de 1968?
YC. - No, yo estaba
en los últimos meses
del 67 en París, regresé
a Guatemala los
primeros días de 1968,
mi novio sí le tocó vivir
el Mayo francés, se fue
becado a la Sorbona,
al año regresa para
que nos casemos y
nos mudamos a París,
mientras mi compañero
termina su doctorado, yo me dedico a leer y
descubro a la América Latina, el otro lado de
Guatemala, Vietnam, la solidaridad con Cuba, me
empapo del auge del París de 1968, así comienzo
a relacionarme con varios intelectuales, imagínate
mi pareja estudiando sociología.
¿Cuándo regresa a Guatemala y de qué
forma contrasta
lo aprendido
en Europa con
la realidad
latinoamericana?
YC.- En
1969 viajamos
a Guatemala y
México, le pedí a
mi compañero que
pospusiéramos el
proyecto de formar
una familia –antes
yo quería tener
8 hijos-, cuando
creíamos que la
única forma de hacer
la Revolución era la
vía armada, leímos
las noticias del
triunfo de Salvador
Allende y dijimos:
“vámonos a Chile
para ver el secreto del Socialismo democrático”,
así de ingenuos pensamos que dejarían trabajar
al compañero Allende. Por la cercanía con
Guatemala yo había venido en varias ocasiones
a México, incluso me formé con Iván Illich en el
Centro Intercultural de Documentación (CIDOC),
en la ciudad de Cuernavaca conocí al Obispo
Sergio Méndez Arceo, oí sus polémicas con los
Partidos “Demócratas Cristianos”, en el CIDOC
tomé clases con el abogado Francisco Julião
uno de los autores intelectuales de la Reforma
Agraria brasilera; recuerdo que conocí una
delegación de chilenos de todas las corrientes
de la Unidad Popular, ellos me invitaron a Chile,
yo le dije que no tenía ‘pisto’ (dinero) para viajar,
“por alojamiento no te preocupes y si quieres
nosotros te buscamos trabajo en los Cordones
Industriales”.
Con mi esposo viajamos a Chile en
1972, por esos tiempos las aerolíneas te cobraban
lo mismo si hacías escalas o volabas directo, así
que nos organizamos para conocer la Argentina,
Colombia y a Brasil por invitación del Obispo de
Recife don Hélder Cámara, lo habíamos conocido
en las multitudinarias manifestaciones de Francia,
al igual que a unos viejos anarquistas argentinos
de apellido Seoane, para ellos todo se resolvía
con bombas molotov, robándose la platita de
las limosnas eclesiásticas y las placas de bronce
que mandaban instalar los feligreses y que los
anarquistas vendían el metal por kilo (risas). Todo
el viaje fue parte del proceso de formación, en
Colombia conocimos a varios discípulos del
padre Camilo Torres; cuando nos enteramos del
golpe de Estado en Chile (1973), se recomponía el
movimiento político en Guatemala y logramos el
contacto con la lucha armada.
El Sistema de Justicia fue tomado por Piezas
CLAVE de esta CONSPIRACIÓN, que en la Corte
Suprema de Justicia, la dirige el Magistrado
CESAR CRISOSTOMO BARRIENTOS PELLECER,
ex miembro de LA ORPA y Presidente de la
Cámara Penal, desde donde dirige a sus jueces
SICARIOS JUDICIALES. Su posición, al igual que
la de CLAUDIA PAZ Y PAZ, y el Comisionado de
la CICIG, FRANCISCO D´LLANESSE han sido
determinantes para el montaje de ESTA FARSA.