La tercera entrega de la Fundación Contra el Terrorismo, está destinada a esa gran mayoría de la población de nuestro país, quienes sufrimos de diferente manera e intensidad, los embates de la delincuencia terrorista que se ensaño en contra del Estado, nuestra infraestructura y centros de producción, afectando directamente a los más desposeídos y asalariados, al atentar con una clara intencionalidad la Economía del país. Quebrar el espinazo de quienes generaban recursos y empleo fue la constante, para orillar a las masas obrero campesinas en especial los jóvenes, a involucrarse en una lucha armada que tuvo sus orígenes en la disputa geopolítica de la Guerra Fría. Los contrastes y diversidad étnica mas el abandono por parte del Estado de las poblaciones más necesitadas, se convirtió en el caldo de cultivo para que sobre la base de Acción Católica, se exacerbaran las falencias del Estado como tal y las ingentes necesidades de los obreros y campesinos, los qué fueron atraídos en su gran mayoría por las veneradas sotanas, bajo las cuales se escondían en muchos casos los curas marxistas.

El tema Indígena, fue tomado como prioridad para los ideólogos del terrorismo marxista, quienes hábilmente manipularon y manipulan a nuestros jóvenes y a la sociedad principalmente urbana, que estupefactos contemplan la publicación de diferentes versiones sobre nuestra historia reciente. Para abonar al esclarecimiento de la verdad histórica le daremos tratamiento a los siguientes temas:

La Lucha Armada y la Cuestión Étnica:

1. La integración de los indígenas a la elaboración, a las tareas de ejecución y de dirección de la guerra revolucionaria es el problema número uno de la Revolución Guatemalteca, pero también el de más difícil solución. ¿Cómo podrá esta guerra llegar a ser
   algún día su guerra? REGIS DEBRAY (Esposo de Elizabeth Burgos).
2. La teología de La liberación genera primeramente la Organización del Comité de Unidad Campesina (CUC), el cuál va a nutrir al EGP. IVON LE BOT. “La guerra en las tierras Mayas”.
3. La guerrilla guatemalteca de los años setenta y ochenta ha presentado a menudo como su principal originalidad la decisión y el hecho de haber movilizado a una parte de la población indígena. Esta anotación, es válida para el EGP y para la ORPA, aunque los enfoques de la cuestión indígena por estas dos organizaciones presenten diferencias considerables. La primera
   (EGP) centra el debate en la relación clase/etnias y permanece apegada a una perspectiva esencialmente clasista; mientras la segunda (ORPA), parte de una reflexión sobre el racismo y ve en el pueblo autóctono, un actor histórico en una perspectiva que va evolucionando hacia un nacionalismo revolucionario a la manera guatemalteca. YVON LE BOT “La guerra en las tierras
   Mayas”. Fondo de Cultura Económica 1995.

Como se puede apreciar la manipulación de la población indígena guatemalteca se constituyó en un objetivo de primer orden luego de la elaboración del DOCUMENTO DE MARZO DE 1967, elaborado por Rolando Morán y Aura Marina Arriola, como una autocrítica que supuestamente daba tratamiento a los motivos que habían conducido a la derrota de la guerrilla (FAR), en la Sierra De Las Minas, en la década de los sesenta.

Como ya se comentó en fascículos anteriores, las fuerzas guerrilleras que habían conformado la URNG, a finales del año 1981, consideraban que en el año 1982, se harían del poder luego de que llegaran las prometidas armas que Cuba, Nicaragua, Venezuela y otros países les habían ofrecido, las que servirían para armar para dotar de armamento moderno a las Fuerzas Irregulares de las tres organizaciones que tenían trabajo político organizativo en el movimiento campesino que había sido puesto en bandeja para los terroristas, por los teólogos de la liberación; Las Fuerzas Irregulares Locales del EGP; la Resistencia Popular Campesina de la ORPA, y las Milicias Revolucionarias de las FAR, jugarían el papel asignado en el Plan General Para la Toma del Poder, elaborado por el EGP, sobre el cual como ya se dijo se montarían el resto de las organizaciones terroristas. Los sueños de imitar a Castro Ingresando en la Habana o a los Hermanos Ortega Saavedra ingresando en Managua a la cabeza de sus huestes, se quedaría durmiendo para siempre en el caso de los terroristas guatemaltecos.

Nuestro ejército les salió al paso en base a un eficiente trabajo de la Inteligencia Militar, a una estrategia basada en el profesionalismo de sus mandos, liderazgo a toda prueba, mística y espíritu de sacrificio de oficiales, especialistas, y tropa; quienes durante seis meses ininterrumpidos conscientes
de su desventaja numérica y precariedad de equipos, libraron la batalla decisiva. La debacle moral de los alzados en armas, ante el giro de los acontecimientos fue mayúscula, abandonaron a su suerte a los grupos campesinos que habían creído en una rápida victoria militar y luego de lanzarlas perversamente en contra de las fuerzas militares del Estado, vieron como su perfidia y traición era correspondida por los engañados campesinos, que sumándose a los que nunca confiaron en sus cantos de sirena, se volcaron de lleno en su contra, conformando los Comités voluntarios de Autodefensa Civil (CVDC). Luego de esta derrota estratégica, los cabecillas de la guerrilla se enfrascaron de lleno a tratar de revertirla en el campo político internacional y es así como surge con el apoyo de los países socialistas, el proyecto para posesionar el tema de un supuesto genocidio como instrumento de venganza contra sus vencedores, y de crear una figura emblemática que les sirviera para hacer resonar esa farsa a nivel mundial. Esta figura sería una indígena seleccionada dentro de las filas del CUC/EGP, que para entonces era miembro de la representación Unitaria de oposición Guatemalteca (RUOG), a quien victimizarían exhibiéndola por el mundo como la voz cantante de las supuestas atrocidades endilgadas al Ejército de Guatemala. Paulatinamente sería llevada al pináculo de la visión mundial, a través de un activismo y lobby que culminaría años más tarde con el Premio Nobel de la Paz.