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| LA FARSA DEL GENOCIDIO EN GUATEMALA |
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| Las Fuerzas Irregulares Locales (FIL) |
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Fueron estructuras constituidas por campesinos,
quienes durante el día trabajaban su
tierra, permaneciendo dentro de los linderos
de su comunidad (el famoso común indígena);
pero contaban con armamento embuzonado
(enterrado o escondido en los famosos tatús).
Al mejor estilo vietnamita, permanecían bajo el
mando de los CCL, efectuando diferentes tareas revolucionarias
como: colocar y preparar trampas de
estacas de madera o bambú, cubiertas de estiércol,
para desarrollar procesos infecciosos en sus víctimas,
enclavadas en fosos abiertos a la orilla de los
caminos (vietnamitas); trampas explosivas quita pié;
trampas explosivas de alivio
de presión (para que los soldados
tropezaran con ellas);
servicios de posta cercana a
los campamentos (vigilancia
armada), entre otras; siendo
entrenadas por los Mandos
Político Militares (MPM) de la
guerrilla, en táctica de emboscadas,
ataques a destacamentos
y patrullas en
marcha, además de cómo
efectuar los hostigamientos
(breves ataques por sorpresa
contra instalaciones o unidades militares en
marcha); sumándose constantemente, a la Fuerza
Guerrillera Permanente, para efectuar acciones
de guerra amplias (ataques de mayor envergadura
contra destacamentos y unidades militares, toma
de poblaciones en acciones de propaganda armada;
además de acciones de sabotaje y destrucción
de infraestructura estatal, y también, asesinatos
selectivos). Constituían por lo tanto, fuerzas auxiliares
y de apoyo a las Unidades Militares Permanentes
(UMP), de la guerrilla terrorista.
Algunos de los lectores se preguntarán, ¿Qué
tiene que ver con el tema del supuesto genocidio
esta información? Pues bien nos ayudará a dimensionar
la amenaza que enfrentó el Estado, pues ya
para el año 1980; los frentes terroristas del EGP,
habían alcanzado un altísimo nivel de organización,
con el apoyo e intervención de los curas Jesuitas,
Maryknoll y Misioneros del Sagrado Corazón, (como
ya se expuso en otro capítulo de este libro). Estos
sacerdotes (curas) extranjeros,
españoles en su gran
mayoría, a través de Acción
Católica; habían armado un
entramado perfectamente
diseñado por teólogos de
la liberación, tales como:
Javier Gurriarán (párroco de
Santa María Nebaj); Marcelino
García (párroco de San
Juan Cotzal); y Manuel Antonio
González (párroco de
San Gaspar Chajul); obteniendo
con su intervención
y adoctrinamiento marxista, un amplio dominio sobre
las comunidades del triángulo Ixil. (Guatemala,
“El Silencio Del Gallo”, escrito por Luis Gurriarán). |
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| En la fotografía anterior, se observa a integrantes de la Compañía 19 de Enero, del Frente Guerrillero Ho Chi
Min, del EGP. Esta fue su primera Unidad Militar Permanente. Se diferenciaba de las FIL, en su equipamiento.
En la foto se pueden observar subametralladoras Thompson, calibre .45 y UZI, calibre 9mm; Fusiles G-3
(alemanes), calibre 7.62 y Fusiles M-16 A-1 calibre 5.56 (estadounidenses). |
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Todo este esfuerzo de involucramiento religioso,
era coordinado, desde otro frente guerrillero,
por Luis Gurriarán (párroco y coordinador de la Cooperativa
de Santa María Tzejá, población que en la
práctica era la mayor base de apoyo del EGP en Ixcán;
los religiosos marxistas se encargaron de esta
manera en desarrollar una estrategia de captación
y reclutamiento para el EGP. Esta estrategia, basada
aparentemente en la teoría y praxis de la iglesia
de los pobres, oscilaba en sus procedimientos para lograr acrecentar su influencia, variando desde visitas
y reuniones de adoctrinamiento constante; hasta asesinatos
para implantar el terror a quienes se negaban
a incorporarse a la guerrilla. Como en el caso del dirigente
cooperativista Andrés Ixcoy, quien
fue cobardemente asesinado frente a su
familia en el año 1979, con la complicidad
y silente apoyo de Luis Gurriarán y Ricardo
Falla Sánchez (este último Coordinador
de Acción Católica a nivel nacional). Estos
ideólogos dirigían de esta manera, una
conspiración religiosa, que comprometía a
más de 100 curas y monjas de diferentes
órdenes religiosas, con el EGP. |
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| En la fotografía, una patrulla guerrillera, armada con fusiles AK-47 calibre 7.62 mm y M16 A-1 calibre
5.56 mm. Obsérvese las tradicionales botas de hule
y la actitud, que refleja alto nivel de entrenamiento. |
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Para contextualizar los resultados
de la campaña de terror organizado por
la unidades guerrilleras; y la permanente
manipulación de los curas marxistas hacia
la población indígena de los departamentos
de Huehuetenango y Quiché (inicialmente),
luego irradiada a todo el altiplano occidental; debemos
de indicar que la información disponible, más
los Análisis de Inteligencia de la época, indican que
para el año 1981, solo esta organización terrorista (la
mayor de las cuatro organizaciones que atacaban al
Estado y sus instituciones); contaba con aproximadamente
2,000 combatientes como fuerza regular;
60,000 integrantes de las Fuerzas Irregulares Locales
(esperando las armas que enviarían cuba y Nicaragua,
descritas en el documento de Manolo / Gustavo
Adolfo Meoño Brenner, quien actualmente es
el encargado de manipular los archivos de la extinta
PN; para usarlos en contra de nuestros compañeros
detenidos presos políticos); y 250,000 militantes de
base organizados, en espera de la proyectada insurrección
final. (En otra parte del libro, podremos apreciar los mapas y planes, elaborados para el asalto
final, que se preparaba ya en los inicios del año 1982,
en contra de nuestro Ejército Nacional, integrado en
esas fechas, por solo 14,500 hombres; más fuerzas
policiales estimadas en 5,000 hombres (mal equipados
y peor entrenados).
Estos resultados organizativos de las fuerzas
terroristas no se hubieran concretado si no hubiera
sido por la falta de presencia, previsión y acción del
Estado como tal, en la mayor parte de las áreas rurales
de nuestro país, pero principalmente en el altiplano
occidental; sumado ello al involucramiento de
los curas extranjeros (verdaderos ideólogos marxistas
venidos en su mayor parte de España luego de la
derrota que sufrieron los marxistas e internacionalistas
republicanos, ante los nacionalistas encabezados
por el general Francisco Franco). Guarriarán narra en
su libro, cómo los hijos de los vascos marxistas, que
habían perdido la guerra, se conjuntaron en los seminarios,
para convertirse en misioneros (marxistas).
Además jugaría un papel primordial la política de terror,
impuesta por la guerrilla a los pueblos indígenas,
ante la ausencia de las instituciones del Estado. Ya
para el año 1981, todas las poblaciones indígenas
del altiplano occidental fueron obligadas a sustituir
la bandera nacional por la bandera roja con la figura
del “Che” Guevara, que las identificaba como territorio
guerrillero bajo control del EGP. No acceder a
sumarse al movimiento terrorista significó una serie
de masacres, contra población indígena, cometidas
por la guerrilla; tales como: |
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En la fotografía otra Unidad Militar Permanente (UMP). Nótese el armamento en mano, consistente en
Lanzacohetes RPG-2, fusiles AK-47 y M16 A-1. Además de botas de hule, y arneses de campaña. |
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De acuerdo a lo publicado por “Prensa Libre” con
fecha 12 de julio de 1991, el terrorismo generado por
el EGP, provocó “Un éxodo de quichelenses a lugares
circunvecinos y a la ciudad capital, que se ha observado
en los últimos días… Huyen de la violencia
imperante en ese departamento, donde grupos de
organizaciones clandestinas han sembrado terror y
muerte, asesinando a ancianos, mujeres y niños, quemando
las propiedades, destruyendo carreteras… El
Ejército Nacional se encuentra patrullando las carreteras
del occidente del país, para brindar protección
a los habitantes. La violencia contra las comunidades
que no logró reclutar fue repetitiva, las víctimas
lo han relatado: … “desde las 3 de la mañana, dos
columnas de 300 hombres del Frente Terrorista Ho-
Chi-Minh rodearon la comunidad de Chacalté… al
mando de Iván Saquij (Pablo Ceto); y otra al mando
de Roque o Juan José (Mario Payeras Solares),
y Lucía (Yolanda Colom Caballeros). Entre ráfagas
de fusil se fueron acercando a la Aldea, “simulando
ser soldados del Ejército de
Guatemala”… Nos querían
babosear (engañar), recuerda
el alcalde José Cuxil
Solís” (Prensa Libre, 31 de agosto de 1997). Lo mismo
ocurrió en la aldea Batzul,
Quiché, en donde un grupo
de guerrilleros al mando
de (s) Roque, “fingieron ser
kaibiles”; al momento de
ser descubiertos procedieron
a eliminar a balazos y a
degollar con machetes a sus habitantes (elPeriódico,
31 de agosto de 1999).
Ante estas acciones del EGP… “Los campesinos
ixiles fueron los primeros en
ponerse en contacto con el
Ejército ofreciendo colaborar
a cambio de comida y
refugio. Los indígenas que
históricamente han sido
hostiles al Ejército ahora
están colaborando hasta el
punto de que el Ejército ha
logrado formar una autodefensa
de indígenas
ixiles en San Juan Cotzal,
para protegerlo contra los
ataques del EGP”. (Grandin Greg. Avancso. 2011).
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| El cura Luis Gurriarán, involucrando a niños y
jóvenes en Santa María Tzejá, Ixcán. Se puede
apreciar la presencia de sus asistentes religiosos y
cuadros penetradores (reclutadores del EGP). |
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Ningún relato de esta naturaleza está completo si falta
la versión de la Embajada de EE. UU., la cual desvalorizó
varios informes de grupos que culpaban al
Ejército guatemalteco de acciones cometidas por las
guerrillas: … “el análisis –de la Embajada– indica que
la guerrilla es responsable en muchos casos” (Grandin).
Sin embargo, los manipuladores de la historia
se arropan en la supuesta infalibilidad pontificia del
informe de la CEH, para insistir que hubo genocidio.
No se trata de justificar lo sucedido, solo de ponerlo
en blanco y negro. Irónicamente varios de los responsables
de los hechos descritos, han sido y son funcionarios
o asesores gubernamentales, mercaderes
de derechos humanos y camaradas de algunos funcionarios
responsables de la persecución penal. |
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| Mapa de la República, en donde se destaca la primera Zona Guerrillera del EGP, conformada en Ixcán, sobre
la base del apoyo dado por Gurriarán en Santa María Tzejá, Rubelolom, etcétera. |
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El control poblacional, deseado y planificado por
los terroristas, tuvo su cúspide, cuando las autoridades
civiles locales, poco a poco, debido a la imposición
y el terror, fueron siendo sustituidos por los poderes
revolucionarios, así: los registros civiles fueron
quemados al igual que decenas de edificios municipales,
sustituyéndolos por registros revolucionarios
(que inscribían nacimientos, casamientos, etcétera,
en libros improvisados bajo control guerrillero); para
solucionar los problemas de tierras, fueron quemadas
las oficinas del Instituto Nacional de Transformación
Agraria (INTA), y sustituidas por Comités Revolucionarios
de Tierras (quienes organizaron a los campesinos,
para trabajar para el EGP, enviando parte de sus cosechas
a los campamentos guerrilleros; las oficinas de
Rentas Internas, fueron quemadas, sustituyéndolas,
por recaudadores revolucionarios, quienes impusieron
una cuota mensual de 25 centavos a todas las
familias campesinas, so pena de ser asesinadas por
ser orejas del Ejército. de igual manera sucedió con
los Comités Revolucionarios de Salud, de Educación,
etcétera. (Kobrak, “Historia de una Guerra”). Poco a poco las autoridades locales indígenas y sus alcaldes
auxiliares, fueron sustituidas destruyendo y prohibiendo
el uso de sus tradicionales varas edilicias; (que los
identificaban como autoridades electas por el pueblo).
Sustituyéndolas, al igual que la bandera nacional, por
los militantes guerrilleros, integrantes de los CCL y, las
banderas rojas del EGP.
Todo aquel que se opusiera o no cumpliera sus
órdenes, tenía que migrar obligadamente o era asesinado.
En el municipio de San Antonio Huista, por
ejemplo (y muchas otras localidades); el EGP publicó
listas de personas (ladinas en su mayoría), que deberían
de abandonar la región o serían asesinadas con
toda su familia. (Kobrak, “Historia de una Guerra”).
Constituyendo con ello verdaderas acciones atroces
llamadas a desaparecer las costumbres y tradiciones
de nuestras etnias, ante el silencio cómplice de sus
ideólogos extranjeros. El listado de asesinados por
los terroristas del EGP con sus familias llenaría muchas
hojas de este documento (pero está disponible,
con datos y fechas comprobables).
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| Luis Gurriarán (izquierda), posa en la fotografía en la pista de Santa María Tzejá, con la avioneta donada
por los religiosos gringos de Wings of Hope. |
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Mención aparte debe efectuarse acerca de las
masacres del EGP, y la connotación de las efectuadas
en el Triángulo Ixil, en contra de grupos indígenas que
se resistieron a participar o continuar participando con
el EGP; tal es el caso del grupo disidente dirigido por
el capitán Morazán, cuadro militar Ixil, del Frente Ho
Chi Min; quien desertó al mando de un grupo de combatientes,
por estar en contra de que la guerrilla fuera
manipulada y comandada solo por ladinos como era
hasta esa fecha, pues consta que hasta ese entonces,
todos los integrantes de la Dirección Nacional (DN);
tales como: Rolando Morán, Susana, Carlos, Manolo,
Mariano, Abel, Rita, Roque, Ramiro, Lucía, Lola, Tomás,
y otros, eran ladinos, ajenos completamente al
Área Ixil, y dirigían a la Organización a control remoto,
desde la comodidad de la ciudad. La respuesta de la
Dirección Nacional, no se hizo esperar:
Morazán fue masacrado al igual que los 30 combatientes
que desertaron con él, y las familias de estos;
creando el terror entre los Ixiles, sentando además,
un terrorífico precedente ante cualquier forma de
disidencia o desobediencia estas masacres, al igual
que las de Chacalté y otras muchas, fueron ejecutadas
sistemáticamente en contra de campesinos Ixiles
por un comando del Frente Guerrillero Ho Chi Min del
EGP; al mando del comandante Roque (Mario Payeras
Solares), y la comandante Lucía (Yolanda Colom
Caballeros), en octubre de 1981; en el área de Nebaj,
principalmente en la aldea Bicalamá.
Es importante mencionar también las masacres
continuadas, cometidas a lo largo del mes de octubre
de 1981, por terroristas del frente Guerrillero Ernesto
Guevara, en contra de indígenas mames (de origen
MAM), en el municipio de Ixtahuacán, porque estos
se habían involucrado con un movimiento disidente
de la ORPA; el Movimiento Nuevo Venceremos, fracción sobreviviente del Movimiento Revolucionario del
Pueblo (MRP-IXIM); quienes se negaban a incorporarse
al EGP (Mario Roberto Morales; Los que se fueron
por la Libre); Por esta sola razón, la Dirección Nacional
(DN), del EGP, ordenó masacrarlos; y durante un mes,
un comando del EGP, del Frente Guerrillero Comandante
Ernesto Guevara (FGCEG); bajo el mando de
Iván Saquij (Pablo Ceto), Tomás (Celso Humberto
Morales), Lola (Alba Estela Maldonado), ABEL (Enrique
Corral Alonzo) y Susana (Margarita Hurtado Paz
y Paz, prima de la actual Fiscal General, Claudia Paz
y Paz Bailey), se dedicaron
a cazarlos
y exterminarlos, en
un total aproximado
de 15 familias, que fueron aniquiladas
sin piedad,
en los caseríos de
ese municipio.
Esta
constituye una clara
acción, cometida
deliberadamente,
en contra de la población
mam. Esta
acción represiva fue
concebida, planificada,
dirigida (in
situ), y ejecutada,
por estos cabecillas
terroristas, como
represalia en contra
de la población civil
indígena y campesina,
que no apoyaba las acciones terroristas del EGP,
con el agravante que fue dirigida por terroristas ladinos
en contra de los integrantes de un mismo grupo
étnico.
Otra masacre cometida por el Frente Guerrillero
Comandante Ernesto Guevara del EGP, con especial
saña, fue ejecutada el día de las Elecciones Generales
para la Presidencia de la República, realizadas el
7 de marzo de 1982. La guerrilla había ordenado a
todas las poblaciones de Huehuetenango que estaba
prohibido y sería reprimido el uso de nuestra bandera
nacional, dando la orden de no asistir a votar, para
sabotear las elecciones. Los miembros de la corporación
municipal de San Rafael La Independencia,
así como muchos vecinos de la localidad, se habían
resistido a incorporarse a la guerrilla y haciendo gala
de su patriotismo izaron la bandera nacional y asistieron
a votar. Inmediatamente finalizadas las votaciones,
fue tomada la población por un fuerte grupo de
terroristas del EGP, quienes procedieron a secuestrar
a varios vecinos e integrantes del Concejo Municipal,
ante la presencia de sus familias y los llevaron
al centro de la población, en donde fueron decapitados
luego de ser torturados. A continuación sus
cabezas fueron incrustadas en estacas y colocadas
en diferentes partes del pueblo. Con saña manifiesta
expusieron la cabeza del señor Francisco Arturo,
quien había izado el pabellón nacional ese día en la
municipalidad, cerca de la plaza central, retirándose
los terroristas luego de efectuar un mitin, en donde
advirtieron sobre la prohibición del uso de los símbolos nacionales.
En el transcurso de los años 1981 y 1982, cuatro
alcaldes municipales, de diferentes municipios
de Huehuetenango, fueron salvajemente asesinados
por no incorporarse al EGP. Además en una campaña
terrorista ejecutada sistemáticamente; 13 puentes y
más de 100 torres de conducción eléctrica, fueron
destruidos. Más de 30 edificios municipales de diferentes
municipios y aldeas importantes por su ubicación,
fueron quemados, con sus correspondientes
registros civiles. Los ataques a gasolineras, bodegas
de café, plantaciones de caña, cascos de las fincas principales, predios de vehículos de la Dirección General
de Caminos, subestaciones policiales, estaciones
de radio, sedes de telégrafos, estaciones de
buses extraurbanos, fueron incendiados, con la intención
de hacer colapsar al país y sus instituciones. |
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| El cura español (valenciano) Salvador Huguet, Fundador
del Grupo Cristianos Revolucionarios Vicente Menchú
(CRVM), adoctrinando jóvenes. |
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La doble moral con que se ha manejado posteriormente
la información con respecto a esta campaña
terrorista por parte de muchos medios de comunicación,
no podrá ocultar ese hecho histórico que
marcó para siempre las relaciones entre la guerrilla
y los Ixiles: el salvaje asesinato del Principal de los
Principales, y líder espiritual de los Ixiles, Sebastián
Guzmán. Con claras intenciones de buscar un sometimiento,
un grupo de terroristas del EGP, se introdujo
a la población de Nebaj, en el mes de diciembre de
1981 y ante la mirada estupefacta de cientos de Ixiles,
durante un día de plaza, ejecutaron salvajemente a
su líder espiritual, quien se había negado a apoyarlos,
por estar él en contra de la imposición de nuevos
liderazgos, surgidos de las filas guerrilleras, que
atentaban contra la espiritualidad y tradiciones mayas.
Este cobarde asesinato, además de los de Felipe
Raymundo y sus hijos en la aldea Ixtupil, José Brito
en la aldea Santa Marta; Juan Sánchez y Andrés Sánchez
en aldeas Sacsihuán y Santa Marta, y Francisco
Cedillo en la aldea Janlay, todos ellos principales
jefes de cofradía, significó un parte aguas histórico,
pues al presentarse posteriormente ante la población
para dar su pésame a la misma, el Jefe del Estado
Mayor del Ejército, General Benedicto Lucas García,
la población le pidió a gritos armas para defenderse
del acoso guerrillero, dando pie de esta manera a la
conformación de los Comités Voluntarios de Defensa
Civil (CVDC), que fueron fundamentales para el viraje
estratégico del enfrentamiento, que estaba iniciando
su fase decisiva.
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| El Cura Jesuita, Ricardo
Falla Sánchez (Marcos), uno
de los ideólogos del EGP. |
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La información correspondiente a estas acciones
terroristas y muchos asesinatos, fue omitida
deliberadamente por los sesgados y comprometidos
(ideológicamente), integrantes de la Comisión de Esclarecimiento
Histórico de la ONU, quienes actuaron
malintencionadamente, al igual que los exmilitantes
de las organizaciones terroristas PGT y EGP, que
dirigieron y manipularon a su antojo el proyecto de
Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI). Esfuerzo
perverso, concebido por los teólogos de la
Liberación, como una acción de venganza contra
el Ejército de Guatemala, por haber hecho fracasar
su mayor operación subversiva en Latinoamérica.
Al verse descubiertos por las fuerzas de seguridad
en el año 1980, muchos de los curas extranjeros,
que eran militantes y cabecillas del EGP, así como
de otras organizaciones (en menor cantidad); luego
del triunfo del marxista Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN) en 1979, decidieron cambiar
de trinchera, para preservar su seguridad ante lo que
ellos consideraban un inminente triunfo de la guerrilla
salvadoreña del Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), y seguros que a este
seguiría inmediatamente el triunfo de la URNG. Ese
año la tripartita (PGT, EGP, y FAR), ya se hallaba presionada
por Cuba para integrar la cuatripartita, con
la integración de la ORPA, asumiendo en base a las
apreciaciones y partes de guerra, que dieron vida al
plan para la toma del poder del EGP, que preveía
que si no existían variantes a su estrategia de guerra,
el poder sería tomado durante el transcurso del año
1982. En base a ello, se acordó que en apoyo de
este plan, se montaría el resto de organizaciones terroristas.
Los terroristas del EGP, habían diseñado un
plan para declarar territorio liberado al departamento
de Huehuetenango, específicamente la región de La
Sierra de los Cuchumatanes, considerando que se
podía convertir esta en un bastión guerrillero, contando
así con un corredor logístico que los uniría a
México (cuyo gobierno apoyaba la idea, al igual que Suecia, Noruega, Francia, Venezuela, España, Panamá,
Nicaragua, Cuba, y otros).
Esquema del Plan del EGP para declarar territorio
liberado el macizo montañoso de la Sierra de los
Cuchumatanes. Los Frentes Guerrilleros Ho Chi Min
y Ernesto Guevara, conformarían dos anillos de resistencia; el Frente Guerrillero Augusto César Sandino,
aislaría la capital de la república del resto del territorio.
El Frente Guerrillero Otto René Castillo, dirigiría una
insurrección de estudiantes y obreros marxistas, en la
capital; el Frente Guerrillero Luis Turcios Lima, provocaría
caos en la Costa Sur; el Frente Marco Antonio
Yon Sosa, aislaría Las Verapaces del resto del País.
La ORPA, atacaría y fijaría al terreno a las fuerzas militares,
en el occidente del país, y las FAR, de igual
manera, atacarían a las fuerzas militares, fijándolas
al terreno, en el Petén. Luego vendría una insurrección
indígena, en el Altiplano, que se dirigiría hacia
la ciudad capital para tomar el poder, por lo que todos
los frentes guerrilleros del EGP, la ORPA, y las
FAR, contribuirían para aislar esta área del resto del
país, esperando el prometido reconocimiento internacional
del nuevo gobierno revolucionario, que
encabezaría a continuación (según ellos), una ofensiva sobre la capital, que estaría simultáneamente
enfrentando una insurrección general, liderada por
las organizaciones de masas (estudiantiles, obreras
y campesinas), de la Comisión de Trabajo Amplio de
Masas (Cotram), del EGP.
No podían despreciar la
oportunidad que les brindaba el Frente Sandinista,
para establecer un centro de operaciones logístico y
de propaganda en su territorio. Un grupo de curas y
monjas comprometidos con la Teología de la Liberación
(militantes del EGP), decidieron aprovechar esta
coyuntura, para fortalecer el trabajo internacional de
su organización, mediante acciones que atrajeran la
atención de la comunidad internacional. Ya en esas
fechas, el obispo marxista Juan Gerardi y Conedera,
que había sido nombrado como obispo de Quiché
en diciembre de 1974, como una medida de presión
internacional, a favor del EGP, había decidido cerrar
la diócesis del Quiché, abandonando de esta manera
a su grey. Gerardi, gran bebedor de coñac y brandy,
además de consumidor de finos habanos (según narra
Luis Gurriarán en su libro “Guatemala, el Silencio del Gallo”), había abrazado la
teología de la liberación, a través
de lo que ellos denominaban
la Iglesia de los Pobres,
y participaba activamente, en
todas las acciones tendentes
a fortalecer la acción guerrillera
en ese departamento
(según narra Gurriarán en su
libro “Guatemala, el Silencio
del Gallo”). |
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Existe un suceso casi desconocido, que se suscitó
cuando en ese año (1980), Gerardi fue citado
al Vaticano, en donde Juan Pablo ll le espetó una
reprimenda, llamándole la atención por su actitud
(militancia) y el consecuente comprometimiento de
la Iglesia, como consecuencia de la misma; máxime
por su papel como presidente
de la Conferencia Episcopal.
Gerardi prácticamente
se insubordinó ante el Papa,
afirmándole su contubernio y
complicidad con los terroristas,
por lo que fue relevado
por el sacerdote Pablo Urízar,
como Obispo del Quiché. El
Papa le prohibió regresar por
un tiempo a Guatemala, por
lo que debió marcharse a
Costa Rica, en donde vivió durante un tiempo conspirando,
en la parroquia de San José de Tibás. Desde
allí dio inicio la confabulación, para aprovechar el
nicho o nueva trinchera, que ofreció el gobierno sandinista a las huestes de Gerardi y de Gurriarán, por
lo que establecieron dos bases de operaciones para
consolidar el proyecto de apoyo al frente internacional
del EGP. Costa Rica sería la base de operaciones de Gerardi, y San Juan del Sur, provincia costeña de
Nicaragua, sería el centro de operaciones de Gurriarán
y su grupo de curas y monjas marxistas. Al
proyecto en mención, se le denominaría en adelante
(1980), Iglesia Guatemalteca en el Exilio (IGE).
Sus
miembros iniciales serían los curas marxistas María
Jesús Carro, Isabel Tavares, Javier Gurriarán (primo
de Luis), Manuel Antonio González, Axel Mencos, y
algunos militantes del EGP, tales como Allen González
y Patricia Urrutia. Desde su inicio, el apoyo recibido
por el Gobierno Sandinista fue muy importante.
Daniel Ortega delegó su representación en los curas
marxistas Miguel D’Escoto y Ernesto Cardenal. En palabras
de Gurriarán, a partir de ese momento la Iglesia
Centroamericana, como bloque, tenía una línea
clara: la opción preferencial por los pobres. De esta
manera los marxistas ideólogos y teólogos se definían
por la lucha armada a nivel centroamericano. La
injerencia de los curas extranjeros, en Centroamérica,
había logrado impulsar su objetivo estratégico: lograr
en nuestros países lo que no habían podido hacer en
los suyos. Según palabras de Gurriarán, “toda la Iglesia
de América Latina, vivía días de ebullición, de debate y
de tránsito, entre un pasado que no servía, y un futuro
que no acababa de llegar” según él, con la Teología de
la Liberación, que en Guatemala alcanzaba su punto más alto, se había extendido por todo el continente el
deseo de participar en movimientos encaminados a lograr
una mayor justicia social, agregando que numerosos
católicos abrazaron y participaron en la revolución
y la guerra. A partir de ese momento, la plataforma de
propaganda montada por la IGE/EGP, para vender
la idea del supuesto genocidio, estaba en marcha.
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La actividad de la IGE se había disparado, con el impresionante
apoyo logrado por los sandinistas y en gran
medida también por el Frente Farabundo Martí para
La Liberación Nacional (FMLN). La IGE, conformó en
Guatemala rápidamente una red interna de propaganda
y comunicación que los alimentaba con información
originada desde todos los siete frentes guerrilleros del
EGP, con la finalidad de magnificar, exagerar y realzar
toda la información posible, denunciando supuestas
matanzas y masacres cometidas por el Ejército de
Guatemala en contra de la población indígena. |
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| Monjas de diferentes órdenes, dirigiendo actividades
del Comité de Unidad Campesina (CUC). |
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Simultáneamente, junto con la red del interior,
se tejió una red de contactos en el extranjero.
De esta manera se integró por parte de los curas
marxistas de la IGE, la Network in Solidarity With
The People of Guatemala (NISGUA), estableciendo
irónicamente sus oficinas en Washington. La
farsa estaba en marcha. Luego incrementaron su
accionar propagandístico y lobista con la creación de la Guatemala Scholars Network (organización
de pantalla/frente, en donde se escondían todos
los marxistas habidos y por haber: antropólogos,
supuestos historiadores, geógrafos, estudiantes,
artistas, supuestos intelectuales, colectivos de
estudio, feministas, etc., a la vez, en Europa una
comisión dirigida por Gurriarán, se dedicaba a abrir
muchas puertas, con el apoyo de sus incondicionales
y tradicionales financistas: los gobiernos socialistas
y las organizaciones eclesiales. |
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| Fotografía de la Dirección Nacional Del
EGP, tomada en Comitán, Chiapas, México.
En el año 1980. |
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El apoyo
obtenido para los numerosos curas extranjeros, involucrados
en subvertir el orden y atacar al Estado
guatemalteco, se hizo sentir. Los curas marxistas
españoles, italianos, belgas, ingleses, holandeses,
dirigidos por Luis Gurriaran, se movían como peces
en el agua, denunciando supuestas atrocidades de
los militares guatemaltecos. Las constantes visitas
de Gurriaran y su séquito a Alemania, dio sus frutos:
Los comités de solidaridad alemanes, muy activos
en conseguir apoyo económico y político, les
abrieron las puertas, de los países nórdicos, a nivel
gubernamental. Estas relaciones inmediatamente
se reflejaron en una abierta participación en apoyo
de los terroristas (consciente o inconsciente), de los
sacerdotes y Obispos de la iglesia luterana de Suecia,
logrando, de hecho, que un pastor y su esposa
se sumaran permanentemente al creciente equipo
que trabajaba para la IGE en Nicaragua. |
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También en
1980, abrieron otro frente de operaciones y lobby
en Canadá. Este nuevo frente, dirigido por obispos
canadienses, se denominaba Desarrollo Y Paz, este
estaba compuesto por estudiantes, sindicalistas y
grupos eclesiales. El tema del supuesto genocidio,
fue tratado con la conferencia de obispos y con el
Viceministro de Relaciones Exteriores canadiense.
La mentira de tanto repetirse, empezaba a cuajar.
Bajo el lema de que lo que no se cuenta, no existe,
se dieron a la tarea de mentir, mentir y volver a
mentir, recorriendo Canadá, los Estados Unidos y
Europa entera. Los boletines enviados a sus nuevos
contactos en forma mensual, sus libros sobre la
violencia en Guatemala, sus trabajos de investigación
y análisis enviados ahora desde Managua, en
donde el grupo de trabajo de la IGE de San Juan
del sur había abierto con apoyo sandinista una oficina
de propaganda, poco a poco fueron penetrando
la mente de sus contactados. Para reforzar este
nuevo esfuerzo, en el año 1981 la IGE abrió una
nueva oficina de propaganda en México DF. |
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| Documento de adoctrinamiento terrorista, utilizado por el Frente Estudiantil Robin García,
dedicado a sus estructuras estudiantiles guerrilleras de secundaria y Universidad. |
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Todo
este trabajo de lobby fue enfocado también hacia el interior de Guatemala. Los religiosos de la IGE y
Confregua, impulsaron el trabajo político-ideológico
en la Universidad de San Carlos, las organizaciones agrarias Comité de Unidad Campesina (CUC),
Comité Campesino del Altiplano (CCDA), las organizaciones
sindicales, Movimiento de Pobladores,
Cristianos Revolucionarios, Coordinadora de Viudas
de Guatemala (CONAVIGUA), y todas las organizaciones
de frente encubiertas, que componían la
Comisión de Trabajo Amplio de Masas (COTRAM),
dirigida desde el Frente Urbano (FGORC), por Gustavo
Adolfo Meoño Brener (Manolo), encargado de
la ejecutar lo planificado. Para comprender lo anterior,
es necesario hacer mención de las palabras de
Gurriarán al decir: “La IGE pidió ayuda a la guerrilla,
para perfilar sus análisis de situación, afirmando
que los grupos guerrilleros tenían gran capacidad
analítica, pues manejaban mucha información y
conocían como nadie sus propias fuerzas y las del
Ejército. Omite este cura marxista informar que el
gobierno sandinista a través de Tomás Borge, Ministro
del Interior, contaba con una Unidad de Inteligencia Estratégica, dedicada a espiar a los ejércitos
de Guatemala, El Salvador y Honduras.
Esta
unidad dirigida por militares cubanos, denominada
BERE (Brigada de Exploración Radio Electrónica),
monitoreaba todas las comunicaciones de nuestra
red de comunicaciones militares, proporcionando
a la recién constituida URNG, información puntual
sobre nuestras operaciones militares, perfiles de los
Comandantes de las Unidades Militares y otra gran
cantidad de información importante, que era utilizada
por los terroristas para evadir nuestros operativos
en las diferentes zonas de Operaciones. El esquema
IGE/URNG/Acción Católica/Gerardi, funcionaba a la
perfección, añadiendo Gurriarán que Gerardi había
pedido pasar inadvertido (para no quemarse), de tal
manera que el Gobierno de Guatemala no se opusiera
a su retorno, pues consideraba que su trabajo
en el interior sería sumamente provechoso para la
causa. Gerardi, efectivamente, regresó a Guatemala
durante el gobierno del General Efraín Ríos Montt
en 1982 irónicamente, pues con ello facilitaría la labor
de quienes actualmente le juzgan, como consecuencia
de este complot). Inmediatamente se puso
en acción para conjuntar al equipo que daría vida a su VENGANZA: EL PROYECTO REMHI. Gurriarán
expresa en su libro que: “El REMHI, es un documento
definitivo, sobre los sufrimientos de este país. |
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| En la fotografía anterior, se nota el destacado papel, que la
COTRAM/EGP, daba a la Dirigencia Religiosa en sus acciones. |
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Yo creo que Gerardi estaba acariciando esa idea en
Costa Rica y que ya entonces debió de empezar la
búsqueda de fondos, para financiar las investigaciones.
Gracias a esos fondos, en los que tuvo que ver
la iglesia europea, en esa investigación, participaron
más de doscientas (200) personas”. La venganza de
los teólogos de la liberación, ante la derrota de su
plan piloto en Guatemala, estaba en marcha. Los
años 1981 y 1982, fueron decisivos para la derrota
de la guerrilla terrorista. El Ejército de Guatemala,
luego de que fuera eliminado el Principal de los Principales,
Sebastián Guzmán, líder espiritual indígena
de los Ixiles en la plaza de Nebaj, a través del Alto
Mando, decidió tomar una decisión estratégica: la
conformación de los Comités Voluntarios de Autodefensa
Civil (CVDC). Ello, luego de evaluar la crisis
provocada por los terroristas en el área, ante la
ausencia del accionar de las instituciones del Estado,
y sabiendo que todas las unidades militares de
nuestro pequeño Ejército (14,500 hombres en aquel
momento), estaban empeñadas en operaciones en
diferentes partes del país, ante el acoso permanente
de los terroristas, que pretendían como ya vimos,
obligar a las masas campesinas a participar en una
insurrección dirigida por el EGP; para lo cual, esperaban el ingreso de una gran cantidad de armas
que les habían ofrecido Cuba, Vietnam y Nicaragua. Como lo relata Luis Gurriarán (Julio) en su libro, lo
mismo que otros terroristas como Mario Payeras
(seudónimo Roque/Benedicto), en su obra Los Fusiles
de Octubre, las condiciones, según ellos, estaban
creadas para la insurrección. |
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| Nuevamente la Religión, utilizada como un medio de captación para nuevos guerrilleros. |
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Como insumo, para analizar la amenaza que
enfrentaba el Estado de Guatemala en el año 1981,
me permito, hacer una pequeña transcripción del
pensamiento y planes que tenía el EGP, en aquella
época según uno de sus responsables militares, el
comandante Roque.
Luego de analizar la intencionalidad y espíritu
triunfalista de los terroristas, se podrá evaluar el impacto
psicológico que representó para ellos la derrota
estratégica que estaban por enfrentar, ante la
estrategia adoptada a partir de ese momento por el
Ejército de Guatemala. Derrota militar que se manifestaría
en adelante como consecuencia inmediata
de la ofensiva militar, que se iniciaría pronto. Las
consiguientes acciones desesperadas para tratar
de preservar sus estructuras de base (FIL/CCL/
CUC/), los llevaron a forzar el desplazamiento de
las mismas, por lo que deben de ser estudiadas
detenidamente para comprender su perversión, y
posterior manipulación histórica. El relato abreviado
de Payeras, se inicia en el año 1976 de la siguiente
manera: “A partir de 1976, la organización, en la
ciudad (Frente Urbano), y en el Llano (Frente de la
Costa Sur), inició el trabajo amplio de masas (COTRAM)
bajo la dirección de Gustavo Meoño Brenner,
vinculándose a obreros, estudiantes y pobladores en
la Capital, y a proletarios agrícolas, semiproletarios
migratorios, y campesinos medios a través del CUC,
en el Llano y en el área Paracentral (Chimaltenango,
Sololá, Totonicapán, Sur del Quiché, etc.).
Nota: Las notas entre paréntesis, subrayados y
resaltados, son agregados por el Autor. En lo personal,
considero a Roque,
uno de los mejores analistas
táctico-estratégicos del
EGP. Pues él además de
ser fundador, dirigió acciones
político-militares, en los
Frentes Guerrilleros Ho Chi
Min, Ernesto Guevara y Otto
René Castillo; siendo también
representante del EGP
en Cuba, durante un tiempo
debido a su enfermedad. Su
análisis autocrítico del EGP/URNG, es muy válido.
Ya como disidente del EGP, formo con otro grupo
de disidentes, Octubre Revolucionario (OR), del que
fue miembro hasta su muerte, por enfermedad).
Continúa Roque/Benedicto indicando que en 1976
se despliega trabajo político, principalmente propagandístico,
entre las organizaciones de masas, y
se crean las llamadas Organizaciones Revolucionarias
de Masas (ORV), compuestas por Campesinos,
Obreros, Estudiantes y Pobladores. Agregando que,
durante la etapa de Generalización de la Guerra de Guerrillas (1979-1981), las tareas centrales a resolver
por las fuerzas revolucionarias en general, y en
particular por el EGP, consisten en pasar al ataque
de la fuerza viva enemiga, conducir (manipular) al
movimiento de masas, y hacerlo coherente con la
acción militar, construir la alianza con las fuerzas
democráticas, abrir el frente político diplomático, y
darle expresión orgánica y práctica a la unidad de
las fuerzas revolucionarias, acotando que en la experiencia
del EGP, el problema militar se comienza
a resolver creando frentes
guerrilleros, a partir de un
modelo estructural mediante
el cual se delimitan terreno
y base de apoyo (según tipo
de territorio y de acuerdo a
las características de la población),
siempre en función
del desarrollo de las unidades
militares.
El objetivo de
esta estructura socio-territorial,
es organizar a las fuerzas
militares guerrilleras y sus respectivas bases
de retaguardia, de tal manera que, por una parte,
se le dificulten al máximo las operaciones al adversario
y, por la otra, permitan la propia acumulación
de fuerzas y las maniobras de unidades militares
de determinada magnitud. Estaban los mandos
guerrilleros en este momento, diseñando la futura
conformación del ejército guerrillero, siempre planificando
la utilización/manipulación, de las Bases de
Apoyo Campesinas Indígenas). En el proyecto del
EGP, se crean los Frentes Guerrilleros en el Norte
del Quiché y Huehuetenango que fueron bautizados
con los nombres de Ernesto Guevara y Ho Chi
Min, iniciándose el trabajo organizativo con similar
propósito en Alta Verapaz (Frente Marco Antonio
Yon Sosa), en el Área Paracentral (Frente Augusto
Cesar Sandino), en la ciudad (Frente Otto René
Castillo) y el Llano (Costa Sur, Frente Luis Turcios
Lima), habiéndose constituido estas últimas dos en
Frentes Guerrilleros hasta 1980.
En 1979 y 1980, entran en acción los Frentes
Guerrilleros organizados por la ORPA en la Sierra
Madre, desde San Marcos hasta Chimaltenango,
cuyas actividades se proyectan a las áreas costeras
colindantes con el espinazo montañoso. Durante
esta etapa, las regionales Norte, Central y Sur, de
las FAR en el Petén, la Capital y la Costa Sur, respectivamente,
también se incorporaron al esfuerzo político
militar (tomando como base el del EGP, que era
la Organización terrorista más fuerte y numerosa),
aunque contando con menores fuerzas y medios.
El ataque a las fuerzas vivas (Ejército/ Unidades
Militares), tiene lugar entonces en las tres cuartas
partes del territorio nacional. Esto obtuvo como
respuesta del Ejército de Guatemala, efectuar un
redespliegue de sus Unidades Militares (Brigadas,
Zonas y Bases).
En el plano de masas, tienen lugar importantes
luchas de carácter económico/político, en los principales
centros fabriles y agrícolas del país , con
la toma de fábricas, secuestro de sus propietarios,
atentados con bombas, paro de labores, y otras
acciones violentas. Debe recordarse por su impacto,
la huelga general de los cortadores de caña de la
Costa Sur, en la cual el EGP paralizo la zafra de 1980
y destruyó importantes activos de los ingenios azucareros
(avionetas, transporte terrestre, etc.). Así
como las acciones realizadas en los centros docentes
(huelgas estudiantiles en la capital y Quetzaltenango, toma de establecimientos, barricadas,
obstrucción de tránsito y quema de buses urbanos),
representando de hecho, el frente de lucha política
contra el Estado. Las formas
de lucha que adoptan
las masas, incluyen el paro
laboral, la ocupación de
centros de trabajo, las marchas
de protesta y denuncia,
la ocupación de embajadas
(España, Brasil, Japón,
entre otras) y edificios gubernamentales
(Congreso,
Palacio Nacional, Correos,
Caminos, INDE y otros); así
como distintas modalidades de acción paramilitar.
El Movimiento de Masas encuentra su Expresión
Orgánica Unitaria en el Frente Democrático Contra la
Represión (FDCR). Esta instancia agrupa, además, a
las representaciones de las principales fuerzas democráticas,
constituyendo en esa medida el primer
paso para la formación de un gran frente político de
oposición. Como se puede apreciar, los terroristas
consideraban que la correlación de fuerzas estaba a
su favor; asumiendo que
el plan del EGP, de declarar
territorio liberado, Huehuetenango
y el norte del
Quiché, el posterior reconocimiento
Internacional;
más las armas que esperaban
de Cuba y Nicaragua,
con las que armarían
a las FIL, así como la insurrección
que se estaba
preparando en la Capital,
bastarían según la entusiasta apreciación de la dirigencia
del EGP para desaparecer, de una pasada, al
Ejército de Guatemala.
partir del triunfo de La Revolución Sandinista,
en el año 1979, se masifica la participación popular.
La conducción de este extenso y vigoroso movimiento
de masas, por una parte, y la coordinación
de la guerra de guerrillas a nivel nacional, por la
otra; plantean entonces la necesidad de la unificación
de las organizaciones revolucionarias, a las
cuáles se suma desde 1978 un escisión del PGT. Es
entonces, cuando el EGP, las FAR, y el PGT (Núcleo
de Dirección Nacional), crean en 1979 la llamada tripartita,
que con la incorporación de ORPA en 1980
se transforma en un frente de organizaciones revolucionarias
(cuadripartita), que coinciden en una
estrategia única: la guerra popular revolucionaria, teniendo
como proyecto político el derrocamiento del
Gobierno (y por ende del Sistema Político). Para ello
y como un esfuerzo de primera magnitud, se inicia en
1980, la actividad político-diplomática, en el Frente
Internacional. |
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| El descaro con que los Terroristas, se adjudicaban LOS ASESINATOS de civiles desarmados, en este caso el
Licenciado Juan Francisco Buenafé Fernández, abogado del CACIF. |
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Al iniciarse 1981, considera la dirigencia del
EGP que el desarrollo de los factores estratégicos
existentes en ese momento son los siguientes:
- La Lucha de Masas.
- La guerra de Guerrillas.
- El Frente Político Diplomático.
- La Unidad Revolucionaria.
Estos factores exigían al movimiento revolucionario,
entrar en una nueva etapa de desarrollo.
En el proyecto del EGP, esta etapa estaba prevista
como de Disputa de Masas, Terreno, y Poder local.
En la Ciudad Capital y en los Centros Urbanos del
Llano (Costa Sur), la nueva etapa implicaba la implementación
de formas insurreccionales de lucha, la
COTRAM a través de sus diversas organizaciones
de masas, debería dirigir insurrecciones en todos
los centros urbanos posibles, con la finalidad de
crear caos y terror. En la Montaña: Desde la base
de los Frentes Guerrilleros, la nueva etapa exigía
sistematizar la toma del poder local, defendiéndolo
en los lugares en donde ya lo hubieran usurpado,
más la construcción simultánea de fuerzas militares
regulares que liberaran y defendieran el territorio
insurreccionado. Este territorio, a su vez, pasaría a
jugar el papel de retaguardia estratégica, de dichas
fuerzas regulares. Como se puede apreciar, desde
su concepción inicial, El EGP, impulsa el uso de las
masas (obrero, campesinas, estudiantiles), como un
medio, para la consecución de sus objetivos, ordenando preservar a toda costa, a sus unidades regulares
(UMP), demostrando así que no les importó
lanzar contra las unidades del Ejército a grandes
grupos de civiles armados, sin reparar en las bajas
que pudieran sufrir, pues a ellos solo les interesaba
conservar sus cuadros y recursos. Ello explica el por
qué de muchas bajas civiles, en los lugares cercanos
a las emboscadas y ataques a destacamentos militares,
pues la orden dada a las FIL (civiles armados),
era robar las armas a los soldados heridos y muertos,
exponiéndolos innecesariamente al fuego de las unidades
militares que, por supuesto, se defendían.
En
el plano político, la nueva etapa exigía la construcción
de un frente nacional de lucha que en el plano
externo les consiguiera la calidad de beligerancia.
Como veremos más adelante, la farsa se iba armando
poco a poco, pues el retorcimiento de la leyes ha
sido, como decía Carlos Manuel Pellecer, “Especialidad
Marxista”. |
| |
 |
| En la fotografía, mandos del EGP desarrollando funciones eucarísticas, manipulando a la población retenida (nótese la pistola y equipo del sacerdote),
en un campamento de las Comunidades de Población en Resistencia (CPR), dirigidas por Ricardo Falla Sánchez, Luis Gurriarán, y otros curas marxistas. |
|
| |
En Palabras de Roque: “En el primer semestre
de 1981, en efecto, la guerra de guerrillas, entró a
plenitud, en la fase de generalización. (Según los terroristas)…
El desarrollo alcanzado, la experiencia de
combate lograda, la sistematización de nuevas tácticas
irregulares y la obtención de importantes lotes
de armamento, le permitieron al Movimiento Revolucionario,
dar saltos de calidad, parciales y locales. El
Ejército enemigo perdió la iniciativa prácticamente en
todos los frentes de guerra, mientras tanto las guerrillas,
le dieron continuidad y sistematización a las
emboscadas, ataques y hostigamientos, con minas y
fusilería, ocasionándole a la tropa adversaria, un importante
desgaste de efectivos, medios y recursos,
forzándolo a reducir sus movilizaciones, sobre todo
por las carreteras, y obligándolos a recurrir a tácticas
más complejas, para evitar los efectos del creciente
y generalizado golpeteo, de que comenzó a ser objeto”.
Agrega además, que “el inicio de hostilidades,
en el área paracentral (Frente Augusto Cesar Sandino
FACS, que comprendía Chimaltenango, Sololá, Totonicapán
y el Sur del Quiché), por parte de la fuerzas
revolucionarias, a principios de 1981, significaba para El Ejército, el riesgo de perder el control de un
trecho completo de la estratégica ruta panamericana,
y la consiguiente amenaza del bloqueo a la capital”.
Esta amenaza se incrementaría al producirse el virtual
levantamiento insurreccional de la población campesina
indígena del área paracentral. Luego agrega Roque:
“Pero en octubre y noviembre de 1981, da inicio
la contraofensiva general del Ejército”.
Nota: (Parte de los importantes lotes de armamento
de los que habla Roque, les fueron arrebatados
durante los combates en la ciudad, cuando
se logró destruir su retaguardia logística al caer casi
todas las casas de seguridad (conocidos como “reductos”),
del EGP y ORPA, en el Frente Urbano, en
los meses de Junio y Julio de 1981; Cuando él se
refiere a que el Ejército había perdido la iniciativa en
todos los frentes de guerra, ignora que en realidad
se estaba efectuando una fuerte labor de Inteligencia,
que consiguió posteriormente golpear su retaguardia
logística, como paso previo a la ofensiva contra los
frentes guerrilleros. La apreciación de los terroristas, que desconocían la intención del mando militar,
era que se estaba a la defensiva o se estaba efectuando
un repliegue, subestimándonos como siempre
lo hicieron, y lo siguen haciendo. Como se podrá
apreciar, el triunfalismo que estaban padeciendo
todos los integrantes de la Dirección Nacional del
EGP, las FAR y LA ORPA, (como lo veremos al analizar
la planificación de campaña de estas organizaciones
en futuras entregas), abarcaba lógicamente a los curas marxistas ideólogos de la teología de la
liberación. Pronto todos, como consecuencia de
nuestra ofensiva Militar, verían cómo su plan piloto
para nuestro continente, desaparecía paulatinamente
ante sus miradas incrédulas.
tas, que desconocían la intención del mando militar,
era que se estaba a la defensiva o se estaba efectuando
un repliegue, subestimándonos como siempre
lo hicieron, y lo siguen haciendo. Como se podrá
apreciar, el triunfalismo que estaban padeciendo
todos los integrantes de la Dirección Nacional del
EGP, las FAR y LA ORPA, (como lo veremos al analizar
la planificación de campaña de estas organizaciones
en futuras entregas), abarcaba lógicamente
a los curas marxistas ideólogos de la teología de la
liberación. Pronto todos, como consecuencia de
nuestra ofensiva Militar, verían cómo su plan piloto
para nuestro continente, desaparecía paulatinamente
ante sus miradas incrédulas.
En consecuencia, poco a poco, ante los ojos
de los curas marxistas y de los mandos terroristas
del EGP, las masas de las FIL fueron cambiando de
rumbo; la ofensiva Militar en contra de los Frentes
Guerrilleros, los hizo retroceder hasta su retaguardia
estratégica en Huehuetenango, abandonando
de manera cobarde a sus bases sociales (FIL, CCL).
Consecuentemente, ante la amnistía decretada por
el Gobierno en el año 1982, principiaron las entregas
masivas de numerosos grupos de indígenas, que los
terroristas habían retenido bajo fuerte presión, utilizándolos
como reserva, supuestamente para armarlos
y enfrentarlos al Ejército durante la planificada
insurrección a la que se refiere Payeras (Roque). Las
armas prometidas, por Cuba y Nicaragua, llegaron
en escaso número en relación a los esperado y no
fueron suficientes para ejecutar sus planes. Ante
ello, inicialmente el EGP ordenó atacar a las fuerzas
militares con lo que tuvieran a la mano y robar su
armamento a los soldados, especialistas y oficiales
muertos y heridos, resultantes de los ataques a destacamentos y emboscadas realizadas. Éstas cobardes
ordenes, provocaron muchas bajas en las FIL
(compuestas por hombres, mujeres y niños, que se
lanzaban sobre los soldados, para quitarles su armamento,
atacando a nuestras tropas con escopetas,
machetes, granadas, fusiles, hachas, y todo lo que
pudieran conseguir, siguiendo estas órdenes bajo la
presión y amenazas de muerte de los CCL. Luego
de los ataques, las bajas
de las FIL, eran enterradas
en fosas comunes,
cuyas ubicaciones
lógicamente, solo ellos
conocen y las que actualmente
en forma perversa,
pretenden hacer
ver como masacres cometidas
por las fuerzas
militares. |
| |
 |
| Soldado torturado, a quien terroristas del EGP le arrancaron el rostro estando vivo.
Santa María Nebaj, Quiché, 1981 |
|
| |
Ante la ofensiva del
Ejército, que se mantuvo
sin interrupción durante
seis meses, la desbandada
se generalizó en
las FIL/CCL; que vieron
cómo en forma cobarde
las unidades militares
permanentes del EGP,
los abandonaban, marchándose hacia la frontera
con México, abandonándolos a su suerte, luego de
enfrentarlas sistemáticamente a las fuerzas militares.
Para evitar perder completamente su base social,
que se estaba entregando a las fuerzas del
Ejército, el EGP ordenó resistir, sin importar las consecuencias.
Esto lo relata Luis Gurriarán en su Libro,
El Silencio del Gallo, cuando en la Página 254,
describe como La guerrilla del EGP, amenaza con
fusilar/asesinar, a quienes los abandonaran, pues
en palabras de Gurriarán, la huida o entrega de la
población, significaba para la guerrilla, la pérdida
de su base social. Inicialmente
la orden era que
las FIL/CCL se quedaran
en la montaña, a cualquier
costo, y les ordenaban
preparar agua caliente y
cal, para echársela en los
ojos a los soldados; y que
les prepararan trampas de
todo tipo y que los hostigaran
constantemente.
Durante el año 1983,
el EGP, perdió un 90% de
sus bases, que se entregaron
a las Fuerzas Militares
y fueron reorganizadas en
Polos de Desarrollo, para
luego pasar a conformar
con los campesinos que
nunca apoyaron a la guerrilla,
los Comités Voluntarios de Auto Defensa Civil
(CVDC). Con ello, el EGP, y las otras organizaciones
guerrilleras, habían sido derrotadas estratégicamente.
Por lo tanto, solo el 10% restante, del total
de la población organizada por el EGP en los años
comprendidos de 1974 a 1982 pasarían a conformar
en 1984 las CPR, como grupos de campesinos retenidos
por los terroristas, siendo utilizados como
mano de obra, para que sembraran y sostuvieran
con su trabajo el corredor logístico, que desde los
debilitados frentes guerrilleros conducía de y hacia
el refugio, nombre con el que los terroristas denominaban
a su retaguardia estratégica, organizada en
México, por los curas marxistas como Samuel Ruiz,
y su grupo de jesuitas que manejaban los campamentos
de refugiados, que estaban compuestos, en
parte, por los migrantes temporales que todos los
años viajaban a ese país a trabajar en el corte de
café, lo que demagógicamente se manipuló, como
si se hubiera tratado de un éxodo, o desplazamiento
forzado de 1.000,000 de personas, achacando
su responsabilidad al Estado de Guatemala, magnificando
y exagerando los datos sobre sus componentes.
Si comparamos el número de retornados
organizados y los datos manipulados por los curas
marxistas y el EGP, no coinciden, y al evaluar datos
reales podremos constatar que truncan la realidad
pues el número oficial de retornados fue infinitamente
menor por lo que se prueba una vez más la
farsa marxista/terrorista. La mentira se les desmoronó
en el frente interno, pues luego de ser liberadas
por la acción del Ejército, la gran cantidad
de poblaciones que vivían sojuzgadas por el terror
impuesto por la guerrilla marxista, se volcaron de
lleno a conformar las patrullas de autodefensa civil.
Más de 500,000 campesinos del altiplano en su
gran mayoría fueron organizados durante los años
por venir, proporcionándoles armamento M-1 Garand
y Fusiles Máuser Alemanes, a un gran número
de ellos. Gran parte de los patrulleros adquirieronsu propio armamento.
La farsa marxista sobre el genocidio,
se desmorona entonces con la pregunta,
¿si el ejército hubiera tenido la intención de exterminar
a los campesinos indígenas, habría armado y
organizado a esta enorme cantidad de ellos? Para
cualquier analista independiente o no comprometido,
es fácil responder, “no”. Esa cantidad de personas
armadas hubieran acabado con el Ejército,
si no lo hubieran respaldado. Además, el General
Ríos Montt, cuando fue Candidato Presidencial, fue
apoyado masivamente por los Ixiles e indígenas del
altiplano, el área que fue más afectada por el Enfrentamiento
Armado Interno.
Ahora, pasemos a conocer cómo se fraguó esta
farsa en el campo internacional:
En el mes de enero de 1982, se realizaron de
dos acciones significativas para la guerrilla terrorista:
la salida a luz pública de la URNG, y la ofensiva marxista
en el Frente Internacional, para intentar liberar
presión sobre sus Frentes Guerrilleros que estaban
siendo desgastados por la ofensiva Militar, iniciada a
finales del año 1981, y a las vez, denunciar supuestas
atrocidades, para provocar la intervención de los
países que les apoyaban, y frenar las acciones militares
que les habían arrebatado la iniciativa operativa,
y con ello su base social en el altiplano.
El trabajo político-diplomático que realizaba la
Iglesia Guatemalteca en el Exilio (IGE), en Europa; se
reforzaría con el trabajo de nuevos grupos de fachada,
que efectuarían la misma tarea. Según palabras
de Luis Gurriarán; en Enero de 1982, “mi organización
(EGP/IGE) me tenía preparada una tarea muy
distinta a la que yo esperaba. Yo tenía la seguridad,
de que iba a trabajar al interior (de Guatemala), en
forma clandestina, pero me piden que siga viajando
y realizando ciertos trabajos de responsabilidad.
En Febrero me voy a Managua, a un congreso de
cristianos revolucionarios. Luego iré a Caracas, para
participar en un Congreso de fuerzas de oposición,
bajo los auspicios de la Internacional Socialista. En
marzo y abril, me toca volver a Europa a coordinar
las actividades de los comités de solidaridad, organizar
otros, mantener contactos, y actividades a nivel
de prensa y a nivel político…desde el 28 de abril
al 23 de mayo, me tienen este tipo de trabajo muy
organizado en Alemania. Aparte, me tocará viajar a
Bélgica, España, Italia y quizá Suecia”.
Luego de efectuar estas tareas revolucionarias,
es designado por la URNG para conformar el Frente
de New York. Conforme pasaban los meses y la
ofensiva militar no disminuía su ímpetu, la correlación
de fuerzas se inclinaba con la Conformación de
los CVDC, a favor del Ejército; los terroristas estaban
claros de que la derrota sufrida era estratégica,
y que el curso del Enfrentamiento Armado Interno
se había volteado en su contra; por lo tanto decidieron
volcar todo su esfuerzo al área internacional,
con la intención de obtener una condena en contra
del Estado de Guatemala, por supuestas atrocidades
y posesionar el tema de genocidio. Ese año
también, en un esfuerzo paralelo al Frente de New
York por parte de la URNG, se conformó el Comité
Guatemalteco de Unidad Patriótica (CGUP), como
un grupo de intelectuales y exiliados, que intentarían
difundir por el mundo los problemas del país.
El Frente de New York fue conformado por la
URNG, con representantes de diferentes sectores,
que componían las organizaciones de masas y organizaciones
de fachada de los terroristas, siendo ellos:
- Pablo Ceto: Comandante guerrillero del
EGP, en el Frente Ho Chi Min, maestro de educación
primaria, originario de Santa Cruz del Quiché.
Fundador del CUC, conjuntamente con Gurriarán
y con los curas marxistas Enrique Corral Alonzo, y
Ricardo Falla Sánchez.
- Rigoberta Menchú Tum: Hija de Vicente Menchú,
indígena campesino miembro dirigente del
CUC, originaria de la Aldea Chimel, Uspantán,
Quiché. Siendo muy joven y como activista del
CUC, tras la muerte de su padre, en la toma de
la embajada de España, fue acogida por monjas
del “Colectivo de la zona 5” (ligadas al EGP), y
sacada del país con rumbo a México, en donde
fue entrenada, para integrase al trabajo políticodiplomático
del frente internacional del EGP.
- Enrique Torres Casanova: Abogado laboralista
miembro del EGP, hermano de Sandra Julieta
Torres Casanova, ex primera Dama de la Nación,
esposa de Álvaro Colom Caballeros, ex Presidente
de La República y hermano de la dirigente terrorista,
Yolanda Colom Caballeros (seudónimo Lucía);
con el grado de Comandante en el Frente Guerrillero
Ernesto Guevara (FGCEG), del EGP y pareja
sentimental de Roque (Mario Payeras Solares);
posteriormente, fundadores ambos de la Organización
terrorista octubre revolucionario (OR).
- Gloria de Torres: Abogada laboralista, miembro
del EGP, esposa de Enrique Torres Casanova.
- Raúl Molina: Profesor Universitario y Académico,
integrante del frente internacional del EGP.
- Frank Larrue: Abogado, de origen salvadoreño;
miembro del Frente Internacional de Las FAR,
quien fue el cerebro y mayor promotor de este
proyecto, siendo aún joven se ligó a las actividades
terroristas, estrechando los vínculos con
los terroristas salvadoreños, debido a parentescos
y relaciones, políticos- familiares. Emigró a
los Estados Unidos, en donde a través de la
denuncia de una supuesta persecución, obtuvo
el status de refugiado político. Dadas sus dotes
manipuladoras y a través de su victimización,
fue abriendo espacios en los grupos de lobistas
de Washington, con el apoyo permanente
y orientación de los lobistas del FMLN. Logró
vender la idea en ese país, haciendo ver que se
trataba de un auténtico demócrata, hasta llegar
a ser aceptado como “Defensor de los Derechos
Humanos”, de la mano del ex terrorista
Eduardo Stein, fundo posteriormente, durante
el gobierno de Oscar Berger (2005-2008), el
Centro de Acción Legal por Los Derechos Humanos
(CALDH) y fue nombrado por su padrino
político ideológico Stein, como Director de La
Comisión Presidencial de Los Derechos Humanos
(COPREDEH), en donde se vio involucrado
en el encubrimiento de la matanza en la Granja
Penal Pavón. Ambos juegan un papel muy importante
en la estrategia de venganza promovida
en contra de nuestros compañeros militares
que son ahora presos políticos.
Este grupo de
terroristas de corbata, fue enviado inicialmente
a México DF. a entrenarse, antes de ser enviados
al campo de batalla diplomático, como lo
refiere Gurriarán. Fueron sometidos a un intenso
trabajo de capacitación, por prestigiosos
exiliados de diferentes nacionalidades, casi
todos profesores de las universidades mexicanas,
quienes primero los ayudaron a preparar lo
que iban a presentar, y luego en donde lo iban
a presentar. Nada menos que en la Asamblea
General de las Naciones Unidas. Sus mentores
marxistas, les indicaron en Septiembre de 1982,
según Gurriarán: “ahí tienen ustedes el frente de
combate: Nueva York. el objetivo es conseguir a
toda costa, una resolución de condena en contra
del Gobierno, por genocidio.”
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La farsa estaba montada, sólo era cuestión de
tiempo, para revertir en el campo político diplomático,
la derrota militar que habían sufrido sus huestes
en el campo de batalla. Para el efecto, y con la
intención de hacer más amigable su actividad, este
grupo de conspiradores terroristas, se constituyeron
inicialmente como Representación Unitaria de
Oposición Guatemalteca (RUOG). Recurriendo para
la apertura de espacios de credibilidad, a gente con
mucha experiencia en el lobby, de nacionalidad estadounidense
con pensamiento marxista, quienes
les aconsejaron conseguir que alguna institución
afín a los grupos a los que pertenecían les apoyara
y dándoles una credencial que los acreditara ante
la ONU. Para ello utilizaron a Rigoberta Menchu
Tum, ya que el Congreso Internacional de los Tratados
Indios, creado por los pueblos indios de los
Estados Unidos, había sido reconocido como grupo
no gubernamental y tenía sede permanente en
la Organización de las Naciones Unidas. Ellos le
proporcionaron a Menchú una credencial. A Frank
Larrue, se la proveyó una asociación de juristas. A
Luis Gurriarán, se la facilitó una asociación de popes de la Iglesia ortodoxa de los países de la órbita
soviética (marxistas al igual que él).
Habían logrado al acreditarse, el primer paso.
Inmediatamente efectuaron alianzas; una de ellas
muy importante, con un compañero cura marxista
salvadoreño, el Padre Moreno, lobista del FMLN,
quien les aventajaba con dos años de experiencia
en el arte de cabildear. Este cura teólogo de
la liberación, les explicó qué tenían que hacer para
obtener los votos necesarios; inmediatamente la
delegación cubana entró en acción a su favor, comprometiéndose
a obtener todos los votos de las
naciones procomunistas.
Poco a poco la conspiración
iba avanzando. Ya
con una marcada correlación
de fuerzas a su favor,
los terroristas guatemaltecos
obtuvieron el apoyo
de otro aliado estratégico:
la WOLA (Washington Office
For Latín América); una
fogueada oficina lobista de
orientación cristiana; con
múltiples contactos a nivel
de gobiernos, del Congreso
y del Senado de los Estados
Unidos. Con la obtención de estas alianzas
y el desconocimiento de la realidad guatemalteca,
por los diferentes gobiernos representados en la
ONU, el cerco se iba cerrando alrededor del Estado
de Guatemala. |
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| Evacuación vía terrestre de un soldado fallecido envuelto en la bandera nacional y otro herido de gravedad. |
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| Escribió Gurriarán: “me dicen los compañeros,
que mientras ellos luchan en la montaña, nosotros
tenemos que avanzar aquí. Dicen que ésta también
es una trinchera”.
La guerra Psicopolítica continuaba, los apoyos de
naciones como Suecia y Noruega, pronto fueron obtenidos
a través de un pastor de la Iglesia Luterana, miembro
del Iglesia Guatemalteca en el Exilio (EGP/IGE).
Para terminar de inclinar la balanza a favor de
los terroristas; un viejo aliado, el Embajador Máximo
Cajal, responsable directo de la quema de la embajada
de España en nuestro País (el 31 de Enero
de 1980) junto a Gustavo
Meoño Brenner, fue nombrado
como cónsul en
Nueva York. Este aliado
incondicional de los curas
marxistas del EGP, inmediatamente
se convirtió en
el enlace con el Embajador
de España en las Naciones
Unidas, Jaime de Piniés;
quien inmediatamente les
ofreció un respaldo total,
sin matices, ni condiciones.
Con la consecución de estos apoyos, la suerte
estaba echada, el gobierno del General Ríos Montt,
debía de ser condenado a toda costa y los preparativos
para ello, se intensificaron. El objetivo inmediato
que deseaban lo consiguieron: el Embajador
de Suecia, se ofreció para presentar y defender la
resolución. Según palabras de Guarriarán, el embajador
les presentó un esquema (borrador), le dieron
vueltas y redactaron el texto, que consistía en una
condena al gobierno de Guatemala, por sus violaciones
a los Derechos Humanos, acompañada por
una petición a los demás gobiernos, para que no
les prestaran ayuda militar. El objetivo claro, ahogar
la lucha de un pequeño Ejército, que peleaba por
defender al Estado con míseros recursos, pero con
una moral combativa y un liderazgo a toda prueba.
La conspiración, con el apoyo internacional de
los países socialistas, se fortalecía progresivamente.
Pronto a instancias del lobby realizado por el
embajador de Suecia, ante la ONU, se sumaron
los gobiernos de España (a instancias de Máximo
Cajal y Piniés); Holanda y Bélgica, y fue aprobada
la propuesta final, que no incluía la palabra
deseada, Genocidio; pero sí hacía referencia a la
supuesta represión masiva, además de la supuesta
matanza y desplazamiento masivo, de poblaciones
indígenas. Con ello los objetivos estratégicos de la
URNG, en el campo internacional, estaban prácticamente
alcanzados. Los profesionales del lobismo,
los convencieron que tuvieran paciencia, que el
éxito alcanzado para entonces con esa resolución,
era muy importante y que todo era cuestión de un
juego de matices. Con el beneplácito de todos los
involucrados, la resolución fue aprobada por amplia
mayoría en la asamblea general de la ONU, el
17 de diciembre de 1982. Sin pérdida de tiempo,
los terroristas de corbata, encabezados por Frank
Larrue, Guarriarán y Rigoberta Menchú, iniciaron a partir de enero de 1983, una fase más de la farsa.
Con los vastos recursos económicos, obtenidos
de parte de los países socialistas comprometidos
con la causa terrorista; emprendieron un importante
esfuerzo en dos direcciones: Rigoberta Menchu, a quien ya se había seleccionado por parte del EGP,
para el proyecto Premio Nobel De La Paz, contando
con el completo apoyo de España, Francia, Suecia
y Noruega; fue enviada a intensificar el trabajo político
diplomático en Ginebra, específicamente en la
comisión permanente de las Naciones Unidas sobre
Derechos Humanos.
Frank Larrue y Gurriarán, fueron enviados a
Washington, según palabras de Gurrirán, a abrir una
nueva trinchera en el Congreso y el Senado de los
Estados Unidos. Relata en su libro Gurriarán, que:
“orientados por la Wola y por Frank Larrue, concentramos
nuestras presiones en los demócratas, aunque
también tocamos a los Republicanos de orientación
liberal”. Expresó el sacerdote marxista, “me pasé
año y medio visitando congresistas.” Al cabo de dos
años, obtuvieron del Congreso de los Estados Unidos,
una resolución más contundente que la obtenida de
las Naciones Unidas, basada en un documento de
la Conferencia Episcopal de Guatemala, en donde,
dicha conferencia, nuevamente liderada por Gerardi,
por primera vez usó el termino genocidio.
La farsa lograba su objetivo estratégico, que el
Estado de Guatemala, fuera sindicado y desacreditado
por un supuesto Genocidio, que nunca existió.
Luego de los rechazados, por lo tanto ilegales,
“Acuerdos de Paz” (por el rechazo de la población
convocada al referéndum realizado en mayo de
1999); la Iglesia comprometida con la Teología de
la Liberación, asestaría la puñalada final, a través del
REMHI, Instrumento de venganza elaborado por el
equipo dirigido por los curas marxistas encabezados
por Juan Gerardi. Lo demás es historia sesgada
y perversa, escrita por quienes fueron oponentes
del Estado, que en su falta de hombría y de principios,
la utilizan como EL INSTRUMENTO PARA
LLEVARNOS IRREMEDIABLEMENTE A UN NUEVO
ENFRENTAMIENTO. |
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CAPITÁN
ÓSCAR GERMAN PLATERO TRABANINO.
Vicepresidente
FUNDACIÓN CONTRA EL TERRORISMO.
Guatemala, marzo de 2013. |
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En memoria de los soldados que dieron su vida por Guatemala
y de miles de humildes hogares que perdieron un ser querido defendiendo nuestra libertad: www.miEjercito.com
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| Cuando los guatemaltecos conozcan y valoren la verdad, la patria honrará a sus soldados diciendo: Gracias humilde soldado, porque diste tu vida por la libertad de tu pueblo. |
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| Condenar de genocidio a un soldado de Guatemala, es condenarlos a todos, incluso a los que murieron a manos de los que hoy pretenden esta farsa de juicio. No importa cuántos años tengan derrochando el dinero de sus cómplices con vallas publicitarias hablando de genocidio. Tampoco importa cuán expertos sean para mentir dramáticamente, la verdad es que nuestros soldados eran indígenas y sólo en una mente enferma puede caber la idea que se les daría la orden de asesinar indígenas. Decir que nuestros soldados obedecían la orden de asesinar indígenas o pobres, es insultar la inteligencia de los guatemaltecos que aman la verdad y la paz. |
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